Son un tipo de microplástico que se utiliza en una amplia variedad de productos de consumo, desde productos de cuidado personal hasta productos de limpieza del hogar. Estos microplásticos se fabrican con fines específicos, como agregar textura o brillo a un producto, pero su pequeño tamaño y su capacidad para acumularse en el medio ambiente los convierten en un problema cada vez mayor.
Son partículas más pequeñas que un grano de arena, miden menos 5 milímetros. A medida que se han acumulado pruebas científicas sobre el impacto de los microplásticos añadidos en la salud humana y el medio ambiente, muchas personas están comenzando a preguntarse sobre su uso y si deberían estar preocupados por su exposición a estos productos químicos sintéticos. En este artículo, exploraremos qué son los microplásticos añadidos, cómo se utilizan y cuál es su impacto en el medio ambiente y en la salud humana.
Las podemos encontrar en cucharas de plástico, tenedores, cuchillos, tazas, pajitas, tapas de botellas, bolsas de plástico, etc., y pueden liberar microplásticos al degradarse.
Los microplásticos son pequeñas piezas de plástico que contaminan el medio ambiente. Aunque aún se debate a partir de qué tamaño puede considerarse microplásticos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica utiliza el parámetro de menos de 5 mm de diámetro para clasificarlos.
¿Qué le sucede al plástico cuando entra en el cuerpo?
Los expertos aún no están del todo seguros sobre la cantidad de microplásticos que un cuerpo puede tolerar o cuánto daño pueden hacer. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el nivel actual de microplásticos en el agua potable, por ejemplo, no representa un riesgo para la salud, aunque insta a realizar más investigaciones sobre la absorción y distribución de partículas microplásticas muy pequeñas, sobre todo de las nanopartículas. Los expertos aseguran que tratar las aguas residuales elimina más del 90% de los microplásticos presentes en las aguas residuales. En cambio, otro estudio, realizado por el King’s College, de Londres, plantea la hipótesis de que, con el tiempo, el efecto acumulativo de la ingestión de plástico podría ser tóxico. Y esto lo razonan porque algunos están hechos con productos químicos tóxicos; una acumulación de estas toxinas podría afectar, con el tiempo, al sistema inmunológico.
«Los microplásticos proceden de una variedad de fuentes, incluidos desechos plásticos más grandes que se degradan en piezas cada vez más pequeñas. Estos materiales están más cerca de nosotros de lo que nos pensamos».
World Economic Forum
Los químicos del plástico, alto riesgo para la salud humana
Ethel Eljarrat, científica del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, resalta que: «Al menos 60 de los 3.000 compuestos químicos asociados al plástico representan un «alto riesgo» para la salud humana, ya que pueden provocar «problemas de tiroides y de fertilidad», incluso algunos ya están «catalogados como cancerígenos».
Además, alguno de estos químicos, que llegan a constituir «más del 50 % del peso del plástico», son «disruptores endocrinos», es decir, pueden modificar la función hormonal del organismo.
Los efectos dañinos no son inmediatos, pero son bio acumulativos, «provocan una toxicidad crónica», derivado del «resultado de pequeñas dosis diarias de las sustancias químicas». agrega la experta.